Nos dividieron en los 5 equipos y nos repartieron las preguntas que teníamos que resolver acerca de Rianxo, esta preguntas eran muy variadas, y no todas se resolvían de la misma forma, en algunas hubo que ir a alguna casa en concreto, como la de Castelao o Rafael Dieste, sin embargo en otras hubo que hablar con algún habitante de Rianxo para preguntarle cosas del pueblo.
Ya acabado el juego tuvimos tiempo para ir a comprar unas chuches, o algún recuerdo de Rianxo, cuando se acabo este tiempo de compra, nos reunimos en la alameda y cantamos y bailamos algunas canciones de campamento todos juntos, después los monitores nos contaron a todos y nos pusimos camino al pazo para llegar a comer a las 14:00.
El primer plato fue ensaladilla rusa, el segundo un riquísimo arroz con unas albóndigas supremas y de postre yogur. Luego de lavarnos los dientes tuvimos tiempo libre como todos los días, pero algunos niños tuvieron que colocar el armario porque lo tenían muy desordenado.
En la actividad de la tarde hicimos un lipdup, que consiste en un vídeo musical grabado en una toma, donde aparecen todos los participantes del campamento haciendo diferentes actividades y enseñando el patio, algunos de nosotros teníamos que hacer que estábamos jugando al PingPong, otros a la comba, otros bailando zumba, bueno, en breve lo veréis.
Al acabar el vídeo merendamos un bocata de jamón y queso, un helado, y nos dimos un bañito en la piscina, al acabar el baño hicimos la rutina de todos los días , que consiste en ducharse rápido para tener tiempo libre y hablar con nuestros familiares, y después cenar judías con jamón, y tortilla con salchichas de segundo, fruta de postre.
En la velada de la noche hicimos un juego llamado "Furor", consistían en un juego músical con distintas pruebas, adivinar una canción solo escuchando 5 segundos de esta, nos daban una palabra y teníamos que cantar canciones por turnos hasta que uno de los dos equipos se quedase sin ideas, ah por cierto, un equipo era el de los chicos y otro el de las chicas, en otra prueba nos ponían un trocito de una canción y teníamos que continuar cantándola, un juego divertidísimo y muy bien organizado. Pese al esfuerzo y empeño puesto por los chicos, las chicas ganaron a base de más creatividad y más efusividad.
Hoy como siempre nos despertamos con música, bajamos a la plaza donde practicamos un juego relacionado con el respeto, en el que recordamos que no se debe juzgar a las personas sin conocerlas y que las diferencias no son malas. Al acabar el juego fuimos a desayunar, tostadas y leche.
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