El sábado, después de terminar los cargos, los monitores pusieron a prueba los recuerdos de Rianxo de todos los que ya hemos venido otros años.
Nos entregaron en el móvil fotos de ubicaciones del pueblo que nosotros teníamos que reconocer y encontrar, haciéndonos selfies en ellas.
El recorrido terminaba en la playa de Tanxil, donde nos dejaron tiempo para bañarnos y tomar el sol, charlando animadamente entre nosotros. Cansados de tanta actividad después de comer los monitores nos dejaron tiempo libre.
Por la tarde nos explicaron un juego al que vamos a jugar durante el campamento: El asesino. A cada participante le dieron el nombre de un compañero al que tiene que eliminar hasta que solo quede uno.
A continuación todos juntos tuvimos una masterclas sobre como preparar la masa de la pizza.
El resto de la tarde hasta la merienda estuvimos jugando al juego de "Destruye el telégrafo". Los monitores nos dividieron en atacantes y defensores. Los defensores tenían que defender los postes de telégrafos (árboles señalados) que los atacantes querían destruir. Después de una dura batalla por fin los defensores pudieron respirar tranquilos, el telégrafo se había salvado.
Después del juego merendamos y nos dimos un merecido chapuzón, nos duchamos y pudimos tener de nuevo entre nuestras manos nuestros "queridos teléfonos".
Después de jugar en la velada jugamos a uno de nuestros juegos favoritos "Rommel y Montgomery". Debido a la falta de experiencia de varios soldados se produjeron masacres y explosiones múltiples en el mismo equipo y algún que otro "suicidio"... Gracias a la estrategia correcta de Montgomery, este equipo se alzó con la victoria. Justo antes de irnos a dormir placenteramente nos dijeron quien iba a ser nuestro amigo/a invisible.
Hoy tras una calurosa noche desayunamos y nos fuimos a hacer los cargos.
Escrito por: Carlota, Helena, Noa Cejo, Álvaro, Lucía Vázquez, Tomás, Nicolás, Ángel Eduardo y Paco.
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